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La respiración como fuente de vida y de calma.

La respiración como fuente de vida y de calma.

La respiración es una de nuestras funciones biológicas como seres vivos, todos/as respiramos desde el momento en que nacemos.

Respirar nos permite vivir y mucho más que eso. Nuestra respiración está ligada a nuestro mundo emocional.

Las emociones, son un estado afectivo de corta duración, es una reacción subjetiva, que experimentamos en función de nuestras vivencias. En dicha reacción influyen nuestras creencias e interpretaciones de la situación. Van acompañadas de cambios orgánicos (a nivel respiratorio, hormonal, cardiovascular, sensorial, etc)

Cuando interpretamos y reflexionamos sobre las emociones que estamos sintiendo, le damos mayor conciencia y duración en el tiempo, entonces podemos hablar de sentimientos.

Las emociones básicas son el miedo, la ira, la alegría, la tristeza, la sorpresa y el asco. Tendemos a catalogar las emociones en buenas o malas, pero todas nuestras emociones son necesarias y válidas, nos dan información sobre nuestro estado ante una determinada situación, por lo tanto cumplen una función adaptativa.

Cada emoción tiene una expresión corporal, facial y un modo diferente de respirar.

Las funciones de las emociones según Leslie Greenberg, psicólogo que ha desarrollado la terapia centrada en las emociones,  son las siguientes:

  • Son una señal, nos informan de nuestro estado mental y corporal.
  • Nos preparan para la acción.
  • Sirven de señales para los demás.
  • Influyen en nuestras relaciones personales.
  • Nos permiten evaluar la situación.
  • Decidir cómo actuar frente a la señal.
  • Nuestro pensamiento permite poner las emociones en perspectiva y que cobren un nuevo sentido.

Las emociones se viven y basan en el presente, pero están influidas por el pasado y sin duda ejercen influencia sobre nuestro futuro.

Citando a Greenberg

Las personas debemos llegar a un lugar antes de poder abandonarlo

Es muy importante que seamos capaces de reconocer nuestras emociones, comprenderlas, nombrarlas,  expresarlas, aceptarlas y aprender a regularlas para estar mejor.

Es necesario identificar qué está sucediendo, qué pensamientos aparecen asociados a nuestras emociones. Aprender a regular nuestras emociones y en último lugar poder transformarlas si son emociones que nos están causando malestar. Una de las herramientas que tenemos para transformar nuestras emociones es nuestra respiración.

Hoy en día se habla mucho de la inteligencia emocional, considerada como la capacidad que tenemos los seres humanos de autoconocimiento y regulación emocional, reconocimiento de las emociones de los/as otros/as, capacidad de ser empáticos/as y tener habilidades sociales para relacionarnos con los/as demás.

La respiración cambia según la emoción que predomine (por ejemplo si tenemos miedo se bloquea, si estamos ansiosos se acelera y entrecorta, cuando estamos tristes se ralentiza…), pero también podemos cambiar nuestras emociones según nuestra forma de respirar.

La respiración influye de forma consciente en nuestras sensaciones corporales y emociones, permite regular la emoción y recuperar la calma.

Cuando respiramos abrimos nuestro espacio interior, llenamos nuestros pulmones y nuestro cuerpo de oxígeno, permitiéndonos reciclar el aire con cada inspiración-espiración, a la vez que reciclamos nuestras emociones.

Habitualmente no realizamos respiraciones completas, respiramos de manera parcial, sin utilizar toda nuestra capacidad pulmonar. Parece que vamos perdiendo esa capacidad a medida que crecemos. Vamos bloqueando emociones y sensaciones en nuestro cuerpo, parcializando nuestra respiración.

Es importante practicar una respiración completa y consciente y esto se puede entrenar para automatizarlo. Podemos hablar de diferentes maneras de respirar, es importante conocerlas, diferenciarlas, para identificar nuestra manera más habitual de respirar y poder modificarla. Hablamos de:

  1. Respiración abdominal, es una respiración profunda, que se realiza al contraer el diafragma. Es muy beneficiosa dada la gran cantidad de oxígeno que entra en nuestros pulmones, es relajante.
  2. Respiración torácica, en esta respiración donde se expande el tórax, llega poca cantidad de oxígeno.
  3. Respiración clavicular, es una respiración muy superficial, apenas llega oxígeno y está relacionada con la ansiedad. Es una respiración de supervivencia.

Podemos practicar una respiración completa, combinado las tres respiraciones de las que hemos hablado. Seguiremos estos pasos:

  • Nos vamos a tumbar en un lugar cómodo, estiramos los brazos y piernas, para sentirnos relajados.
  • Cerramos los ojos para conectar con nuestro interior y desconectar de nuestro mundo externo. Nos permitimos sentir nuestro cuerpo, revisando cómo nos encontramos.
  • Observamos nuestra respiración sin modificarla. Sólo observar cómo respiras, cómo te sientes, qué partes de tu cuerpo están en movimiento.
  • Colocamos una mano en el abdomen y otra en el tórax.
  • Inspiramos lentamente por la nariz, llevamos el aire hacia el abdomen y observamos cómo éste se va hinchando progresivamente.
  • Ampliamos suavemente la respiración hacia el tórax y vamos viendo cómo se expande.
  • Dejamos que el aire llegue a la parte alta de los pulmones, moviéndose las clavículas.
  • Respiramos suavemente y de manera continuada.
  • Expulsamos el aire lentamente a través de la boca, como si apagáramos una cerilla.
  • Realizamos varias rondas de respiraciones completas.

La respiración completa nos permite relajarnos, conectar con nuestras sensaciones y transitar por las emociones.

Muchas veces el estrés de la vida cotidiana bloquea nuestra respiración, tensa nuestro cuerpo y nos desconecta de nuestras emociones. Respirando de un modo consciente podemos disminuir las sensaciones de estrés.

Nuestro lenguaje corporal está ligado con nuestro mundo emocional, de manera inconsciente. En nuestro cuerpo pueden aparecer bloqueos, malestares, dolores…que muchas veces tienen que ver con la no expresión emocional. Nuestro cuerpo manifiesta aquello que callamos.

Un modo de desbloquear, permitir que fluyan las emociones y ayudar a comprender qué nos está sucediendo es respirando.

Quería terminar citando a Thich Nhat Hanh, monje budista nacido en Vietnam y maestro zen. Que fundó una comunidad budista en Francia, Plum Village. Gran difusor de la meditación y la vida consciente.

La respiración es el puente que conecta la vida con la conciencia.

 

 

 

6 comentarios

  1. Elvira dice:

    Un artículo muy interesante. Es verdad lo que ayuda a calmar te una buena respiración. El tomarnos cada día un ratito para hacerlo nos beneficiaría mucho a las personas estrenadas. Tengo que ponerme a ello hasta hacerlo una costumbre.

  2. Lucía dice:

    Me parece genial practicar la respiración porque me ayuda a despegarme de esos pensamientos no tan positivos queme llevan a esas emociones más negativas.
    Gracias Cristina

  3. Arlet dice:

    Gracias por tu aporte. Saludos.

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