C/Alonso de Ojeda, nº39, 2º A, 37005 SALAMANCA
628911353
info@psicologiadeprada.com

Cavilaciones en tiempos de crisis.

Cavilaciones en tiempos de crisis.

Habitualmente escribo sobre psicología o sexualidad, pero hoy he decidido cambiar de tema y me voy a aventurar a hablar mis cavilaciones, que sin duda están atravesadas por la psicología (deformación profesional, jaja).

Estamos viviendo tiempos inciertos a nivel sanitario, social, político…con el virus covid-19. Sin duda todas las personas estamos sufriendo sus consecuencias de un modo u otro. Tenemos que hacer un esfuerzo enorme por gestionar todas las emociones que están surgiendo la rabia, la tristeza y, sobre todo, el miedo. Quiero poner el miedo en primer plano, porque desde los medios de comunicación, las redes sociales, siento que nos lo están inoculando. El miedo nos paraliza, no nos permite pensar ni decidir. Nos vemos inmersos en una serie de datos estadísticos que no entendemos, a nivel político en situación de alarma, que en muchos casos no sabemos cómo se plasma en nuestras múltiples realidades. Con todo esto nos estamos sintiendo confusos, indefensos, desamparados, no podemos olvidarnos del autocuidado y nuestra capacidad para decidir, no focalizar toda nuestra atención en el único tema del que se habla: el coronavirus.

¿Qué podemos hacer cuando la incertidumbre se ha colado en nuestras vidas? 

  • Mantener nuestras rutinas, igual se han visto alteradas, entonces crearemos nuevas rutinas adaptadas a nuestra nueva situación.
  • Mantener una alimentación adecuada (es tiempo para probar las recetas de nuestras abuel@s, comidas caseras, innnovar…).
  • Realizar ejercicio físico (estiramientos, paseos por el pasillo, yoga en casa…).
  • Mantener los horarios de sueño, puede costar dormir en estos días por la tensión, el malestar que se genera, pero es importante seguir unos horarios para irnos a la cama y levantarnos.
  • No estar sobre informados, no leer continuamente información sobre el coronavirus, no ver continuamente la televisión, porque toda nuestra atención se centra en la enfermedad, sus consecuencias, el sufrimiento. Conocer cierta información nos puede tranquilizar, pero si sólo nos llega información negativa, acabaremos asustados, sintiendo que estamos en un callejón sin salida.
  • Utilizar el humor, es una gran herramienta para combatir el estrés.
  • Utilizar la creatividad y la espontaneidad. Siguiendo el refrán «a grandes males, grandes remedios». Me fascina la capacidad de imaginar que tenemos las personas.
  • Escuchar, identificar y expresar nuestras emociones (escribir, dibujar, comunicar a otra persona…). Pueden ser muy variables en estos días, saber que son temporales, acogerlas y transitarlas. No tengamos miedo de sentir, es una oportunidad para crecer.
  • Comunicarnos con nuestras familias, amig@s, a través del teléfono, de las redes…
  • Mantener y cuidar nuestra red afectiva desde la lejanía o cercanía (con la persona/s que tienes al lado se comprensivo, empático, fomenta el diálogo…).
  • Regar las plantas, cuidar la casa, limpiar, reciclar… Convertir el tiempo y espacio en una nueva oportunidad.
  • Realizar ocio: leer, ver películas, documentales, escuchar música, bailar…
  • Respira y ten presente que todo pasa.
  • No anticipar el futuro.
  • No sólo ver la incertidumbre, deshacerla como si fuese un ovillo y observar que también está compuesta de algunas certezas (esto me lo enseñó anoche un amigo, gracias).
  • Vivir el cambio como una oportunidad. Conlleva incertidumbre, pero también novedad, exploración, curiosidad, nos puede movilizar.
  • La vida no es predecible, y ahora estamos inmersos en la impredicibilidad, aprendamos de ella.

Estas son algunas ideas, pero apelando a nuestra imaginación, seguro que se os ocurren muchas más.

Os voy a hacer un regalo para vuestros oídos, «Todo cambia» de Mercedes Sosa, espero que la disfrutéis tanto como yo.

Desde niña he sido muy introspectiva, me he cuestionado continuamente el mundo donde crecía y muchas veces no entendía nada, y los adult@s de mi alrededor tampoco me daban las respuestas que yo esperaba. Os puedo decir que sigo sin encontrar respuestas a mis múltiples preguntas. Que curioso lo que estoy sintiendo en esta situación. Lo voy a compartir porque de nuevo se abren tantas preguntas y si tengo respuestas, quizás no tenga aún la hoja de ruta, pero la iré creando.

Veo claro el mundo capitalista en el que vivimos, un sistema que nos oprime, generando desigualdades y poder. Yo escribo desde el privilegio, formo parte de ese lugar y escribo desde la tranquilidad de permanecer en mi casa, sé que no todas las personas se encuentran en esta situación, sé que soy una privilegiada y lo quiero recalcar, porque forma parte de este sistema de clases, que sólo nos enseña un modo de relacionarnos, donde un@s estamos arriba y otr@s abajo, no olvidemos que esto genera violencias, desigualdades y que se invierte.

Mi primera cuestión es cómo cambiar este modo de relacionarnos, tenemos formas que están a nuestro alcance. Voy a apelar al tema «lo personal es político», a nivel personal puedo cuidar (para mi cada día está más clara que la revolución vendrá de manos de los cuidados), pero esto se tiene que plasmar también a nivel político (los cuidados tienen que estar en los programas y planes políticos). El sistema capitalista es incompatible con los cuidados, pero la vida no se sostiene sin ellos.

Otra forma es la colectividad, la red comunitaria. Vivimos en una sociedad individualista, me preguntó ¿por qué? nos quieren alienados, centrados en nuestro propios intereses, hedonismos y necesidades que quizás no lo sean tanto. Somos seres sociales, junt@s podemos mover el mundo, «ya es antiguo lo de divide y vencerás».

La vida se sostiene en las relaciones, no lo podemos olvidar, entre personas, con la naturaleza (a la que estamos destruyendo, por intereses económicos).

Quiero terminar hablando de lo paradójica que es la vida, nos pasamos el día quejándonos de la falta de tiempo y ahora que disponemos de él, no sabemos qué hacer con nuestras vidas. Entonces esto me lleva a pensar, ¿Nos están dirigiendo continuamente? Puede parecer paranoico, pero con esto quiero concluir que Nuestra vida es nuestra y que tomemos las riendas. Así que disfrutemos, aprendamos, paremos, descansemos…hagamos o no hagamos. Que esta situación, que este tiempo y espacio nos permita pensar, crecer, reflexionar sobre la falta de cuidados y empecemos por nostr@s mismas.

Os voy a dejar un vídeo, que me pasó una amiga y me gustó mucho, quiero compartirlo. Habla una médica sobre su visión del coronavirus. Espero que os guste.

 

Quiero agradecer a todas las personas que nos están cuidando, que son muchas: Sanitarias, transportistas, cajeras, limpiadoras, porteras…y muchas más. GRACIAS, con el corazón como decían Los Suaves y a todas las personas que están a mi lado.

 

 

6 comentarios

  1. Patricia Guerra García dice:

    Grande compañera querida, lo voy a compartir. CADA palabra es mi sentir y el cuidado es la clave
    Deseo que podamos descansar algún día en relaciones de iguales, para mí ya no hay otra, ahora mismo somos Uno

  2. Olga dice:

    Maravilloso artículo. Gracias.

  3. Ana dice:

    Muchísimas gracias por tus reflexiones Cristina, por regalarnos parte de tu tiempo. Hacía tiempo que no escuchaba a Mercedes Sosa y me encanta!!!

    Un abrazo grande.
    Ana

Responder a Ana Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *