Muchas veces nos preguntamos cómo será la sexualidad de nuestr@s hij@s pequeños; tienen sexualidad; se tocan…en este artículo voy a tratar de responder a estas preguntas.

Hace una semana estuve en una escuela de educación infantil «La casita» (Casa de niños Lope de Vega; os dejo un enlace a su blog cdnlopedevega.blogspot.com), un lugar muy especial, realizando una charla sobre sexualidad en la primera infancia para las madres y padres. Fue muy participativa, surgieron estas y otras preguntas respecto a la sexualidad, las madres y padres compartieron las experiencias de sus hij@s…

Crear espacios para difundir conocimientos, donde poder compartir nuestras experiencias personales desde el respeto, la igualdad…es un buen modo de pasar la mañana del viernes, nos permite normalizar la sexualidad, fomentar la educación sexual y sin duda enriquecernos a nivel personal.

Me sorprendió inferir del diálogo que mantuvimos que aún imperan los roles de género en la vida de l@s niñ@s. Desde Luego creo que es necesaria una educación afectiva, sexual e igualitaria, para romper con tabúes que siguen presentes, con los estereotipos y roles de género que son la base de la desigualdad y la futura violencia.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), La sexualidad se define como un aspecto central en la vida del ser humano, está presente a lo largo de toda su vida (claro está también en la infancia).

Abarca otros conceptos como sexo, identidades, roles de género, erotismo, placer, intimidad, reproducción y orientación sexual.

Se vivencia y expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas y relaciones interpersonales.

Está condicionada por dimensiones biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.

Por lo tanto somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos, a nivel fisiológico desde el nacimiento se produce la respuesta sexual humana, es decir los niños tienen erecciones y las niñas lubricación vaginal.

Sin embargo la sexualidad infantil a lo largo de la historia se ha negado, no se ha reconocido que existiera al igual que otras sexualidades como la sexualidad en la vejez («viejo verde»), la sexualidad en las personas con diversidad funcional…todas aquellas sexualidades que no son reproductivas y heteronormativas se han invisibilizado, por lo tanto se ha generado un discurso alrededor de ellas para convertirlas en tabú, en algo sucio, pecaminoso. En esto ha tenido mucho que ver la religión y las normas culturales imperantes como refleja la definición previa de la OMS.

La sexualidad va más allá de la reproducción, nos permite experimentar placer, vivir nuestra intimidad, comunicarnos, es un intercambio afectivo, así que reducirlo a lo meramente biológico y reproductivo es un error, es limitar nuestras posibilidades.

Podemos hablar de estas necesidades en las niñ@s:

• Necesidad de contacto y vinculación (apego tan básico como sentirnos queridos, reconocidos y seguros).
• Necesidad de establecer relaciones, sentimiento de pertenencia al grupo (amistad).
• Necesidad de intimidad corporal, sexual asociada a la búsqueda de placer y afecto (intimidad sexual).

Algunas de las Características de la sexualidad infantil son:

• En los primeros años de vida el desarrollo corporal y sensitivo es extraordinario.
• Se da exploración y descubrimiento de todas las partes del cuerpo, incluidos los genitales.
• Se experimentan sensaciones a través de la autoexploración, masturbación y contactos.
• Existe placer sexual, como ya hemos mencionado la respuesta sexual humana se da.
• Se dan juegos amorosos con otr@s niñ@s, exploran sus cuerpos, van descubriendo, existen contactos (caricias, besos, abrazos…).
• Imitan actividades y juegos sexuales.
• Va apareciendo la conciencia del propio cuerpo.
• Sienten curiosidad por el cuerpo del adulto, por el de otr@s niñ@s, por las diferencias corporales y por cómo irá evolucionando su propio cuerpo.
• Surgen multitud de preguntas en relación al cuerpo, a las diferencias, al origen de l@s niñ@s…dichas preguntas necesitan respuestas.
• Aparecen las primeras nociones sobre estereotipos y roles de género.
• El sentido y significados que pueden dar a sus descubrimientos y juegos sexuales poco o nada tienen que ver con los dados por los adult@s.

Todas las personas, incluidas l@s niñ@s, se desarrollan como seres sexuados, crean y expresan su sexualidad de manera subjetiva y singular a través de las relaciones que establecen.

las relaciones, cuando están basadas en la escucha, empatía y reconocimiento mutuo, permiten realizar intercambios de: sentimientos, opiniones, conocimientos, afectos…de modo que ambas personas sean sujetos de intercambio y no objetos a intercambiar.

En nuestra infancia se crean los códigos de intimidad que pondremos en marcha posteriormente en relaciones de pareja, intercambios amorosos…en nuestra vida adulta. La intimidad tiene que ver con:

• Tocar y ser tocados.
• Abrazar y ser abrazados.
• Besar y ser besados.
• Acariciar y ser acariciados.
• Escuchar y ser escuchados.
• Mirar y ser mirados.
• Tener seguridad en la otra persona.
• Tener seguridad en nosotr@s mism@s.
• Aprender a expresar y reconocer emociones.

El contacto físico, la cercanía, el estar disponible, cuando es querido y aceptado, crea complicidad e intimidad.

Como madres/padres y como educadores tenemos que:

• Responder a la curiosidad infantil.
• Ofrecerles conocimientos sobre los diferentes aspectos de la sexualidad, con un lenguaje que se ajuste a sus necesidades y que puedan entender.
• Ayudarles a poner nombre a las diferentes partes del cuerpo, reconocer la importancia que tiene el cuerpo, que nos permite sentir, experimentar, movernos, disfrutar… y la importancia de cuidarlo (alimentación, higiene, etc).
• Reconocer y valorar la diversidad sexual.
• Vivir y expresar la sexualidad en relación, teniendo siempre en cuenta al otr@.
• Explicarles la importancia de tener relaciones con consentimiento, siempre que las personas implicadas lo deseen y quieran.
• Fomentando el respeto, el cuidado, el poder decidir desde la igualdad, sin forzar a nadie a hacer aquello que no quiere (ética básica de las realciones amorosas).
• Fomentar actitudes abiertas, positivas y erotofílicas hacia la sexualidad.
• Explicarles que la sexualidad es algo natural, normal, no es una práctica negativa, ni inadecuada.
• Explicarles que cada persona tiene unos gustos, unos ritmos, diferentes maneras de vivir su sexualidad.
• Explicarles que se trata de una práctica íntima, que hay algunas conductas (masturbación, la autoexploración…) que no se llevan a cabo en público.
• No asociar este placer con algo sucio, pecaminoso, negativo.
• Generar un vínculo seguro, donde l@s niñ@s sientan la confianza necesaria para preguntar sus dudas, compartir sus sensaciones…
• Tomar en serio las emociones y sentimientos que le suscitan las relaciones amorosas, no ridiculizarles.

No podemos olvidar que las madres/padres somos modelos para nuestr@s hij@s y que gran parte del aprendizaje se realiza a través de la imitación.

Podemos concluir que en la infancia la sexualidad está muy ligada al placer, al bienestar, al descubrir, al juego y a la afectividad, aún no están tan presentes como en etapas posteriores la fantasía, el deseo sexual…

La sexualidad infantil existe, es rica y variada como en otras etapas de nuestra vida, es importante que se les permita vivir su sexualidad en un entorno seguro.